La isla del tesoro, de Robert L. Stevenson

diciembre 24, 2011


<<Para viajar lejos, no hay mejor nave que un libro>>

Pocas veces esta frase llega a tener tanto significado para mí como cuando la relaciono con La isla del tesoro. Cada cierto tiempo noto la imperiosa necesidad de ir en busca de este gran libro, y en todas y cada una de esas ocasiones sé que no encontraré una simple lectura. No. En el mismo momento en que me acerco a la estantería comienzo a notar el olor a mar, llegan a mis oídos roncas voces cargadas de horribles maldiciones y antiguas canciones marineras de esas que ponen los pelos de punta. Pero es justo en el preciso instante en el que por fin lo aferro, arrancándolo de su confinamiento, cuando dejo de estar en el siglo actual, cuando en mis manos dejo de tener un libro y, sobre todo, el segundo en el que desaparezco de mi habitación... Es entonces cuando de verdad respiro bien profundo y miro hacia el cielo despejado y el sol abrasador, observo atentamente a todos esos curtidos hombres que corren de un lado para otro silbando y gruñendo bajo la vigilante mirada del capitán, y una amplia sonrisa se va dibujando en mi cara al comprobar que de nuevo, una vez más, estoy en la Hispaniola rumbo a la aventura.

La isla del tesoro siempre ha sido esa nave, ese barco, que cargado de piratas me ha llevado a un viaje apasionante y lejano. El destino final son las mayores riquezas que hayas imaginado jamás, y la recompensa..., bueno, la recompensa nada tiene que ver con el oro, sino con la vida y la muerte. Si como yo eres uno de esos viejos lobos de mar que durante años se han transportado a esa época pasada, espero que disfrutes de esta pequeña reseña y admires esta edición. Si por el contrario no eres más que un marinero de agua dulce que no sabe lo que es la aventura, deseo que estas palabras consigas despertar en ti la chispa necesaria para embarcarte hacia lo desconocido.

Nuestra historia comienza con la llegada de un viejo navegante a la posada Almirante Benbow; un hombre con secretos, los cuales cambiarán para siempre la vida del joven Jim Hawkins. Entre sus posesiones está un codiciado mapa donde se halla la posición exacta del mítico tesoro del capitán Flint. Es en ese momento cuando nuestro protagonista se embarcará en lo que será el viaje de su vida, y junto a amigos como el doctor Livesey y el squire Trelawney -entre otros- se echará a la mar. Pero, ¿qué sería de una historia de tesoros escondidos y travesías en barco sin algún que otro pirata? La astucia y la suerte serán los mejores aliados de Jim frente a la experiencia, la maldad y la codicia de sus enemigos. Si hay dos personajes que destacan por encima de los demás, y que son el eje principal del libro, son sin duda Hawkins y el astuto John Silver "el Largo". Uno joven pero inteligente, el otro astuto y con la experiencia que solo dan los años. Su relación es la más compleja que he leído nunca: el bien contra el mal, lo correcto contra lo incorrecto..., pero en algún momento esas lineas desaparecen. ¿El bueno no es tan bueno, y el malo no es tan malo? ¿Puede el bien respetar al mal? Y, ¿puede el mal admirar al bien? Siempre he imaginado a Silver muchos años atrás como una versión muy parecida a Jim, y también he pensando que si éste se hubiera dedicado a la vida en la mar, de mayor sería una copia del pirata.

Sin duda es para mí el mejor libro que he leído. Pero por mucho que os enumere las partes de un bergantín; cante viejas canciones marinera; narre historias emocionantes, sobrecogedoras y terrorífica, no sabréis lo que es el verdadero placer de la lectura hasta que os adentréis por vosotros mismos en el maravilloso mundo de La isla del tesoro, y en compañía de John Silver veáis con vuestros propios ojos cómo se iza y ondea la imponente y aterradora calavera de la siempre temida Jolly Roger.

El ejemplar que me ha acompañado durante tantos años de esta novela es pequeño y antiguo, pero siempre me ha llamado de él una imagen en concreto, una ilustración que aparece al final. Y ahora, con una nueva edición en mis manos repleta de ilustraciones maravillosas, es cuando descubro que se trata de la obra de Ralph Steadman. Y en éste no cuento con una sola, sino con multitud de ellas para disfrutar. La visión que tiene del libro queda reflejada en sus ilustraciones. No es hasta este momento en el que me doy cuenta de que la percepción que tengo de los personajes puede no ser la correcta. Separar el bien del mal, lo bueno de lo malo, siempre ha sido una de las primeras cosas que hago al leer esta historia. Pero, ¿no es quizá la idea de Ralph más correcta? Todos, piratas y no piratas, son retratados de la misma forma: caras deformadas por la codicia, por el deseo de riquezas... ¿O es que acaso no están ahí todos por la misma razón? Como él mismo dice, "No hay dechado de virtudes en esta novela. No hay respetabilidad en un chirriante barco de madera tripulado por aventureros decididos a enriquecerse de golpe con un tesoro bañado de sangre". Ha sido toda una sorpresa que este artista, con su mordaz punto de vista, logre cambiar por completo la opinión y visión que he tenido de los personajes durante más de doce años. Pero además de un libro increíble, unas ilustraciones llamativas y turbadoras a la par que fascinantes, tengo que destacar la increíble edición. Una de las más cuidadas y magníficas que he visto, y sin duda la número uno en mis estanterías. Cualquier amante de La isla del tesoro quedará prendado de él sin remedio, y estoy segura de que aquellos que todavía no han tenido la oportunidad de leerlo, también.

PUNTUACIÓN: 10/10

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15 comentarios

  1. Me encantan tus reseñas madrugadoras... :3~
    La verdad es que las fotillos que has puesto dan un poco de mal rollo jajaja pero me han entrado ganas de releer el libro!

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  2. Yo me leí este libro hace bastante tiempo y la verdad es que también me han entrado ganas de releerlo =) Tu edición es preciosa =)

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  3. Otro de los pendientes que me gustaría leer pronto, aunque a este paso ya veremos cuándo logro hacerle un hueco...

    Un saludito.

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  4. nunca lo lei pero me dan miedito esas imagenes jajajaja.
    Muy buena reseña Oly y feliz navidad!

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  5. Siempre me lo he querido leer...
    pero nunca he encontrado el momento adecuado.

    Las fotos dan un poco de cosa.
    Pero me lo leeré.

    Besos

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  6. Tengo que reconocer que no lo he leído, pero que después de tu crítica quiero remediar el error.
    Tu edición es preciosa.

    Un beso y feliz Navidad!!

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  7. No lo he leído, pero tengo ganas desde hace tiempo.
    La edición es muy bonita, espero conseguirla algún día.

    Saludos
    Irene

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  8. Tiene muy buena pinta, llama mucho la atención n.n
    Besos!

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  9. Alaa que edición más chuliiii! Yo lo tuve que leer hace menos de un año para la uni y la verdad que me gustó muchísimooo :D

    Un besazo Oly!

    Y FELIZ NAVIDAD ^^

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  10. Pero que lindaaas ilustracioones :3 Recuerdo que hace como dos años o asi, para mi cumpleaños mi papa llego con este libro; era una edicion preciosa; cuadrada y dura, ribeteada con dorado; en la edicion venía la isla del tesoro y secuestrado... en ingles, el mas puro ingles pirata. En ese momento mi ingles no era tan bueno como ahora entonces me costó mucho decifrarlo xd Pero lo disfrute muchisimo :3 En todo caso no venía a eso, venia a decearte una MUY MUUUY feliiz navidaad Oly :3 Espero que lo pases realmente bien (:

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  11. Este es uno de los clásicos que estoy obligado a leer algun día. Curiosamente, nunca había leído una reseña del libro, y por lo que veo, está bastan tebien.

    Tendré que aprovechar esta edición tan molona!!

    Saludos!

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  12. Me encanta tu reseña, no he leido este libro pero con esa pinta, se convierte en un deseo que espero poder leer algun dia. Muakss

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  13. Tiene una pintaca increible, y las ilustraciones son preciosas, una edición fabulosa ^^.

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  14. Estoy como Kelenvor es uno de esos clásicos que tengo pendiente.
    Y entre la reseña y tu super obsesión por el librito ya estoy tardando jaja.

    Un beso
    Dácil

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  15. Tengo que leer este libro y la verdad que esa edicion es preciosa! ^^ Se nota que te gusta muchisimo el libro y asi nos lo transmites.

    un besin

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